Era siempre el mismo cuento.
"Preparábamos el engrudo y salíamos de noche. Y de repente aparecían las chanchitas* y teníamos que salir corriendo, porque si nos agarraban, nos llevaban presos"
Era siempre el mismo cuento y yo sentada en sus rodillas le pedía una y otra vez que me lo volviera a contar.
* móviles policiales
viernes, 11 de enero de 2008
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